Hip hop de la calle: del evento más under al escenario más careta.
Amor Underground es una banda nacida en la ciudad de Rosario en 2019 que se auto define como “rap mutante” por la pluralidad que representa: sonido experimental multifacético, rimas certeras con la complejidad poética que solo te da la calle y una conciencia política que se sostiene arriba y abajo del escenario. AUG viene dando un mensaje crudo de rebeldía organizada, ya sea en el 1518, Casa Brava, la Sala Lavardén, el Museo de la Memoria o el festival en contexto de la marcha del 24 de Marzo.
El 17 de septiembre de 2025 sacan “Descontexto”, presentado en D7, al igual que “AUG” de 2023, exactamente un mes después el 17 de Octubre. La elección de fecha y lugar no son casuales, en el día de la Lealtad nos invitan a su casa, a disfrutar y celebrar este logro colectivo en un contexto sociopolítico que parece estar siempre al borde de la explosión. Junto a la murga Okupando Levitas, los DJ Lady Coxx y Leon Casco y más invitados, se ocuparon de dar un show arrollador.
En este artículo hacemos un repaso de lo que fue ese show, mezclado con una reseña y apreciación a este increíble trabajo que es Descontexto, uno de los mejores discos que salieron de artistas locales en este año.
Auge, descontexto, banderas y otras cosas.
Disclaimer- Por la constante exposición a ruidos fuertes en recitales, fiestas, auriculares in-ear y demás, tuve una otitis que me redujo la audición temporalmente y esto me hizo retirarme unos 10 minutos a mitad del show. PSA: ¡Usen tapones!
Ese viernes 17 de octubre, en la puerta de Distrito 7, se respiraba un aire que invitaba a tener un vaso de Amargo Obrero helado y cantar a los gritos. No hay mejor manera de describirlo. Al entrar al venue había una mesa de serigrafía para estampar tu remera con el logo de la banda y un stand con stickers y posters serigrafiados, todo hecho a mano por amigos y familia de la banda. En el escenario extendido que se adaptó para esa ocasión agregando un módulo hacia adelante, colgaban banderas con las letras AUG grafiteadas (por el grafitero Rapa), iluminadas por tubos led rojos.
Mientras hacía tiempo en la puerta, veía como iban llegando grupos de pibes con una sonrisa en la cara y el pogo a flor de piel, es imposible no sentirse contagiado de esa energía. Pucho tras otro hablando con mis amigas, a pesar de haber llegado temprano la espera se me hizo corta, cuando me rescaté ya estaban avisando en la puerta que arrancaba el show y empezamos a encarar a la barra para que no nos agarre el primer tema con la garganta seca.
El público corea “AUG… AUG… AUG…” mientras agita una bandera negra con letras blancas que dice Amor Underground, un estandarte de cariño y solidaridad impulsado por el enojo, no apto para tibios ni cagones.
El sexteto formado por Leonardo “Leitoh” Muñoz y Lucía “la Wacha” Mendez en voces, Roman Pagura en teclados, Juan “Duende” Olivera en guitarra, Estefanía Invernizzi en bajo y Agustin Lenci en batería, tocó el disco de principio a fin en un show de aproximadamente dos horas, donde también incluyeron algunos temas de su trabajo anterior.
Abre escenario Lil Fiori recitando bajo una luz que parece atravesarlo. Sus palabras se escuchan en un silencio de misa que empieza a romperse cuando esta especie de prédica va convirtiéndose en un sentimiento urgente y común, el público lo reclama y él se lanza hacia ellos de espaldas como si se tratara de un salto de fé. Empiezan a sonar los acordes de a 1 Real el G y ya entramos de lleno en este viaje descontextual.
El primer tema plantea sin tapujos ni muchas vueltas con quienes patean y con quienes no: “no me olvido de ese wacho que dijo ‘cultura’ y se llevó un par de pesos en la cintura”, “musica sin tanto berretín, que se muera G4lperín”, “los raperos que bancan la represión son un descanso pal’ hip hop” ¿Hace falta aclarar algo más?
El segundo tema del disco, “Sativa”, llega como una bocanada de aire después (y antes, simultáneamente) de tanto grito para hacernos bajar un segundo, conectar con lo que tenemos dentro y el que tenemos al lado, sin despegar del todo los pies de la tierra y escuchando el caos interior para que nos guíe en esta marea de incertidumbre. Parar, fumar, pensar y seguir, un relajo necesario. Luego de unas palabras de Duende, el disco sigue girando.
“En Pocas Palabras” y “Madafakin Tellin” tienen unas composiciones bastante más experimentales que el resto de las canciones. La primera tiene unos cortes medio a lo Piazzolla de teclas atacadas por platos chillones y suavizadas por un bandoneón, y la otra me lleva a sonidos más nümetaleros. También “Alamo” se encuentra dentro de estos temas en los que, para mi, es donde más se nota la diversidad de influencias dentro de la banda, con esos coros de una armonía pinkfloydesca en el puente que preceden al estribillo groovero que hace mover las caderas acompañados de una cadencia de bajo y batería totalmente estresada por la guitarra. Me parece el mejor a nivel compositivo.
En un momento de la noche tuve que salir unos minutos, por lo que esta crónica se pierde una parte fundamental de la que solo llegué a ver el final donde participaron Tatiana Delacour con una increíble perfo cabaretera y Tonga Merlo tocando el bandoneón junto a Noguerita en wiro, que también se tiró un freestyle, igual que Akaro, Paula y Warrior.
Uno de mis temas favoritos del disco es “Rangos”. La Wacha reconoce ser burda como una cualidad porque su libertad no es negociable, además te deja bien clarito como son las cosas: la miseria de los que no saben amar no va a cambiar la realidad de que si existe la felicidad en la marginalidad. Para los que necesitan aprender a respetar los rangos, bien corta “te comiste la curva papá, y cavaste tu propia tumba. La deuda la va a pagar el pueblo, los muertos los ponemos nosotros”. En vivo parece una gorgona enfurecida rapeando estas barras asesinas mientras abajo del escenario la gente es un incendio.
Los temas cantados por La Wacha tienen todos una cosa especial, no se si será su forma de decir las cosas o su voz profunda, pero en “Dicotomía” que es un cumbión invita a reflexionar sobre lo genuino en cada uno, reconociendosé como caracúlica y auténtica, algo que nadie podría negar. Pero sin duda nos muestra su versión más indomable en “Factos”, un tema que fue grabado todo de un solo tirón donde bardea a Bullrich, Javkin, a los giles, a la yuta y a todos los que les quepa el poncho. El riff y solo de guitarra son una molotov lanzada desde el escenario que explota contra el público, la bandera y las manos se agitan hacia los músicos, piden más y AUG está dispuesto a darlo-
Sin dudas el tema que más conmocionó fue “NV EN LA CALLE”, al que llegaron después de un repaso por canciones ya icónicas del disco anterior y hubo incluso quienes se tiraron unos buenos pasos de breakdance ahí nomás. Para ir aclimatando antes de empezarlo “cuando haya una marcha, los quiero ver ahí” dijo la Wacha y al toque Leitoh levantó una zapatilla blanca preguntando de quién era. Esos dos segundos de la noche son la síntesis perfecta de lo que es ir a ver a AUG.
“El pueblo milita por la resistencia, nos vemo en la calle mi compa”. La bandera se desplegó, bajó y fue subiendo al ritmo progresivo que lleva al clímax con el puente y fue, por lejos el más aplaudido y chiflado al final. La sinergía de Leitoh y La Wacha durante NV EN LA CALLE es increíble, pareciera que se leen las mentes, o que están atados con unos hilos invisibles.
El último tema es “Anécdotas” dando cierre con tono melancólico y melodía atmosférica atmosférico que deja entrever como dentro de todo este mensaje de resistencia y fortaleza también hay una búsqueda interna de reafirmación. El pasaje de bajo crea un paisaje de libertad ultra gráfico y etéreo, omnipresente. “Creo que el mensaje nos va a fortalecer, creo en tu mirada en pleno amanecer” cierra una voz firme pero suave y se retira con unas teclas graves que dejan latiendo una sensación de plenitud.
Descontexto es esto. Además de una invitación a patear la calle, es un viaje hacia uno mismo, a las amistades y los afectos, a la resistencia del amor en este demencial momento que estamos viviendo. El amor y AUG no son para tibios ni cagones, como dijeron al principio del show y remarco, como máxima, al principio de esta crónica. La independencia es nuestro mayor tesoro, Amor Underground nos enseña cómo cuidarlo desde la sensibilidad y el respeto. Pero ojo, que no te tomen de boludo y si tenés algo que decir, tomá el ejemplo de ellos y decilo a viva voz.
El contexto del descontexto.
Al cierre de esta presentación memorable lo ejecuta la murga Okupando Levitas que se hace espacio entre el público a puro bombo y baile, el jolgorio después de tanto movimiento emocional se siente necesario y liberador. Con el mensaje político que los caracteriza, la murga pegó una refrescada para ir preparando los pies para el baile. No pude escuchar la presentación entera, ya que la murga es potente y poco amigable con una otitis, pero un ratito bien al ladito de los tambores fue suficiente para confirmar que no podía haber un mejor cierre para tremendo reci.
La noche siguió con un B2B de Lady Coxx, quién también es asistente de producción de la banda, y León Casco, dos DJ que saben como ponerle el broche de oro a cualquier noche sin hacer que falte un buen turreo para bailar entre jarra y jarra.
Esa noche me volví a mi casa con una sensación poco frecuente en estos días, con esperanza y confianza que vendrán tiempos mejores. “La calle con la calle y el under con el under”, así haremos la resistencia. Ahora escucharlos por Spotify no parece ser suficiente y me deja cada vez más manija. Por suerte se van a tirar otra fecha antes de que termine el 2025 junto a KIA que festeja sus 3 años, una vez más en el Distrito 7, el 26 de diciembre. Espero verlos ahí, con pan dulce y sidra bajo el brazo.
Y si no nos cruzamos el 26, nos vemos en la calle, cumpas.
Texto Por Matías Fernández \ Fotos por Muriel Fonrradona


