Me acuerdo que mi primer acercamiento con Rosario Game Devs (RGD) fue en el 2016, un amigo se había organizado con otros conocidos con la idea de hacer un jueguito y me llamó para juntarnos en Maipú entre Córdoba y Rioja un sábado a las 9 de la mañana. Para mí, levantarme tan temprano un fin de semana era casi imposible, pero la emoción de juntarnos a crear un videojuego pudo más que cualquier flojera y me apersoné sin dudar al edificio del Cidel esa mañana.
Lo que vi en ese momento me dejó maravillado, no solo por el esplendor edilicio del Palacio Chico Municipal, sino también por lo loco que me parecía el hecho de estar en la misma habitación con un montón de otras personas apasionadas por los videojuegos y su desarrollo. Fue el momento donde me di cuenta que quien quiera puede hacer un juego y que las personas que tanto me entretienen haciendo videojuegos son de carne y hueso como uno.
Quince días después volvimos al mismo lugar. Antes de empezar la jornada, uno de los organizadores nos explicó de qué iba RGD, cómo se había formado el espacio y que, en pocas semanas, ellos organizarían la Global Game Jam en la ciudad. No me sentí capacitado para participar; recién empezaba a meter los pies en ese mundillo, pero hoy me arrepiento de no haberme sumado. Desgraciadamente, nunca terminamos ese jueguito, y por una u otra cosa nunca pude sumarme a actividades de la comunidad. Pero el interés por el desarrollo indie nunca dejó de estar, y fue en gran parte por haber visto cómo funcionaban y por la seguridad que me daba que haya una comunidad de desarrolladores donde vivo.
Me parece que eventos como la VERo (Videojuegos en Rosario), que ocurrió entre el 26 y 27 de septiembre pasado, son lugares espectaculares para generar esa primera caída de ficha que tuve yo en ese momento. Ver a gente mostrando sus proyectos y poder quedarte hablando un rato sobre eso es una experiencia que, teniéndola tan al alcance de la mano, vale la pena no desaprovechar.
Además, el evento contó con 11 charlas y talleres a lo largo de los dos días a cargo de profesionales con trayectoria en la industria. Andrés Rossi, Ignacio Puccini, Mercedes Grazzini, Cecilia Verino, David Ruiz, Javier Brunet, Héctor Rodera, Hernán López, Gonzalo Borza, Eduardo Miretti y Julián Serulnikov compartieron su experiencia en distintos paneles, lo que hizo que el espacio no fuera solamente una “vidriera” sino también un lugar para aprender.
Durante la VERo tuve la suerte de entrevistar a Martín Fernández, coordinador de RGD y miembro de AnOtter Game Studio y me respondió un par de preguntas sobre el evento, la organización y el rol de los videojuegos como capital cultural:
¿Qué es Rosario Game Devs?
Rosario Game Devs nació como una comunidad de distintos desarrolladores de videojuegos de la ciudad que se encontraron y empezaron a hacer actividades para hacer crecer un poco esta disciplina y que más gente sepa que se pueden hacer videojuegos acá en la ciudad de Rosario.
Hoy en día es una asociación civil con el mismo objetivo, pero ampliado un poco más. Buscamos poder formar lazos con instituciones educativas, con otras asociaciones similares como la Asociación Argentina de Desarrolladores de Videojuegos (ADVA) y otras instituciones en general para que Rosario crezca como industria de desarrollo y para que la gente se pueda encontrar en diferentes actividades para generar estudios de desarrollo.
¿Qué espacios concretos para la experimentación artística o de desarrollo están haciendo?
Nosotros hacemos 3 tipos de actividades, una es la VERo que no es para desarrollar pero sí para mostrar todo lo que se fue haciendo en las otras dos que son la Global Game Jam y los GameLabs.
En el jazz una jam es un espacio donde varios músicos se juntan a improvisar, de esa idea nacen las jams de videojuegos. Por eso son lugares para que surjan cosas no necesariamente pensadas como producto, o que no atiendan a eso sino al interés propio de desarrollar algo. La Global se desarrolla todos los años en el mes de enero.Los GameLabs se desarrollan durante el año y son 4 bloques en un mes (a los que se pueden asistir a tantos como quieras), donde a partir de un tema se desarrolla un juego. Hace poquito hicimos una versión extendida de 2 meses utilizando como temática el tricentenario de la ciudad.
¿Cómo pensás que se equilibran las cuestiones artísticas/experimentales con las relativas a generar un producto para vender?
De base yo creo que casi todo juego es una expresión artística o cultural. Ya sea por la intención de quien lo hace o por cómo le llega al que lo juega. Quizás algunos lo sean más o menos. Pero yo creo que hay espacio para las dos cosas.
Es lo mismo que pasa en el cine, por ahí llama mucho más la atención el producto que es para vender pero creo que todos los que hacen ese tipo de productos encuentran una manera de generar algo artístico. Creo también que es un abanico, no hay un juego puramente artístico ni uno puramente producto, y en el medio te encontrás de todo.
¿En tu experiencia hay proyectos que hayan salido de las Jams que terminaron siendo productos pulidos para un consumo masivo?
En nuestras jams quizás no tanto por una cuestión puramente de volumen. Pero hay productos como Celeste, Hollow Knight e infinidad de otros que salen originalmente como productos de jams. Estos espacios abren la puerta a experiencias distintas, porque cuando uno arranca no pensando en el producto llega a lugares que no encontraría con todas las limitaciones de definir a una audiencia cuando se desarrolla de otra manera. La realidad es que es difícil encontrar una idea que se traduzca a un producto terminado y vendible, pero quizás alguna idea queda que después sí sirva para llegar a algo pensado como producto.
Las jams son muy importantes para darle ese lado a la experimentación, ya sea con dinámicas o mecánicas de juego nuevas, pero sobre todo son importantes porque generan un espacio para encontrar grupos y personas con diferentes capacidades (programadores, artistas, músicos, etc) todas juntas con un mismo propósito.
Como Rosario Game Devs, ¿Están buscando activamente voluntariado, sponsors, o curadores?
Nosotros siempre estamos abiertos a quien quiera acercarse a la comunidad. Con los sponsors tratamos de que sea algo que nos beneficie a los dos. Por ejemplo, hoy nos está acompañando Image Campus que es el instituto de desarrollo de videojuegos más grande de Latinoamérica. Mucha gente de RGD va al instituto así que es una cuestión realmente muy recíproca, pero siempre estamos intentando que otros institutos o negocios se puedan sumar. Para la Global, por ejemplo, La Virginia siempre nos apoya dándonos café para los participantes.
Para todo lo que es el proceso interno o voluntariado nosotros siempre intentamos sumar gente y por suerte cada año estamos logrando que se sumen más. Generalmente nos gusta que se genere un proceso donde las personas participen de las actividades que tenemos, hagan sus juegos, conozcan sobre la organización de los eventos y si quieren eventualmente se sumen como parte de la organización.
¿Existe, en tu experiencia, algún proyecto o persona que haya logrado profesionalizarse gracias a la comunidad?
Quizás el caso más importante es el de Ignacio Puccini, una de las personas que inició RGD e hizo todo el proceso de arrancarlo junto a otros 3 amigos de 18 años. A partir de eso pudo ser parte de un estudio y convertirse en socio. Desde ahí pudieron publicar juegos que tuvieron bastantes descargas y hasta ganaron premios. En 2020 le llegó la oportunidad de ingresar en Ubisoft así que por un año trabajó en los estudios que la empresa tiene en Francia.
Ahora y desde hace ya un tiempo forma parte de un estudio de desarrollo de juegos indie londinense que se llama Ustwo Games, ganadores de varios premios BAFTA y atravesados bastante por la diversidad, el arte y la cultura. Pero como él hay un montón. En mi estudio normalmente trato de contratar gente de la comunidad porque ya sé cómo trabajan. En un momento de ocho que éramos, a siete los conocía por las actividades de RGD.
¿Cuáles son los pasos para sumarse hoy en día y cuál es el mejor canal para mantenerse informado al respecto?
Nosotros usamos mucho Discord, es donde más movimiento hay porque para algunos eventos hasta se puede trabajar desde ahí y nuestro canal principal de difusión es Instagram, @RosarioGameDevs. Allí van a poder sumarse a tanto la Global, donde hay 48 horas de compromiso donde ves todo el transcurso de la creación de un videojuego como a los GameLabs donde el proceso es un poco más largo y podés tomarte más tiempo para interactuar con el resto de las personas para también ir aprendiendo.
Después de agradecer a Martín por la entrevista me apresuré a intentar jugar la mayor cantidad de proyectos que pude, pero la cantidad de propuestas y asistentes al evento hizo que me quedara con las ganas de probar varios. Por suerte vivimos en la era de la internet para bien o para mal y en mi casa pude probar la mayoría que me faltaron, todos me volaron la cabeza y no quería dejar de intentar mostrar un poco a los estudios y desarrolladores que se sumaron:
Salí de la VERo con una mezcla de orgullo y esperanza. Orgullo de ver tantos proyectos locales (con sus distintas estéticas, intenciones y escalas) que me recordó que hay una escena viva, diversa y obstinada. Y esperanza porque cada charla, cada prototipo y cada conversación me hizo sentir que hay un futuro para el desarrollo local que ya no depende solo de grandes estudios o de migrar a otro país.
Creo que después de esa lista de proyectos queda bastante claro que hay uno o varios para cada persona. Así que lo mejor que podés hacer si te interesó algo de todo esto es apoyar los proyectos y sumarte a las movidas porque si hay algo de sobra en esta ciudad es talento y capacidad para la expresión artística.
Texto Por Nicolás Carrieres \ Fotos por Gerónimo Rodriguez


