Una nueva mirada detrás del personaje
Hace varios años K4, artista de Buenos Aires y parte de la ya mítica Rip Gang, viene desafiando constantemente los límites de la vanguardia. Detrás de sus alter egos y puestas en escenas, es difícil llevarle el ritmo y saber qué esperar cuando vas a uno de sus shows.
En su imprevisibilidad está su encanto y en su nuevo disco Yo también les tengo miedo esta cualidad no queda afuera. El artista ecléctico que nos ofreció una cantidad de personajes y propuestas escénicas variadas y novedosas, acompañada de una música desafiante y una estética impecable, decide mostrarnos quién está detrás de todos esos personajes. ¿Quién es ese pibe que salta molinetes? ¿Cómo se ve debajo del disfraz?
Previo a la pre-escucha de su próximo disco en Capitán Lado B, hablamos un poco sobre esta nueva etapa en su carrera, en la que de hacer todos los procesos, tanto creativos como técnicos en solitario, pasó a contar con su equipo al que describe cómo “soñado”. Con unas cervezas y unas anécdotas de por medio, hablamos con Tomás que nos cuenta sobre esta nueva etapa de su proyecto musical K4: un disco fuertemente ligado a lo identitario y cotidiano de manera inmersiva y onírica.
– Después de la trilogía de los primeros EP K1, K2, K3 y el LP de K4, nos encontramos con el sonido del nuevo material, en el que hay una diferencia con lo anterior. Se nota como que la identidad va mutando, va cambiando, no es estática. ¿Qué nos vamos a encontrar y quién es este K4 que está en este disco?
Qué linda, qué linda pregunta. Sí, es un cambio abismal. Yo siento que es la primera obra concisa que estoy haciendo, ya quiero que salga ya y que lo escuchen todos. Bueno, lo vamos a escuchar ahora, eso va a estar buenísimo.
Yo siento que uno de los grandes cambios fue la forma del proceso del disco. Fue un proceso completamente distinto a como estaba yo acostumbrado a trabajar. Antes trabajaba muy yo solo, en mi casa con la computadora, componía, producía, arreglaba.
Para el disco anterior sí trabajé con Fermín (Ugarte) para cerrar los temas, pero fue algo como “bueno, todos los temas los tengo hasta acá, acomodémoslos, mejoremos todo lo que haya que mejorar”. El proceso de este disco fue muy distinto y muy hermoso. Duró casi dos años, entre idas y vueltas. Pero lo esencial es que lo abrí para trabajar con más personas. Y el proceso empezó con una banda que armé, soñada, utópica para mí, para empezar a tocar los temas que yo ya tenía compuestos y pensado para armar el disco. Pero llegó una instancia donde hay que mejorarlos, laburarlos. ¿Lo voy a hacer yo con la computadora y el mouse otra vez? ni en pedo, ya estaba hinchado los huevos de la computadora y el mouse. Y tampoco creía que podía llegar a aportar mucho hacia el material haciéndolo así.
Así que el primer paso fue armar una banda que estaba compuesta por Pablo Potenzoni, en la batería, que es con quien estoy tocando en vivo en todo este último tiempo, que fue el batero de Todos Tus Muertos, lo admiro muchísimo y como persona es increíble. Después tenemos a Fraxu, que también es productor del disco. Él me enamoró con su disco que sacó primero, a partir de que lo vi en vivo, ahí fue como “listo, tenemos que hacer cosas juntos”. No sé qué, pero algo vamos a hacer juntos. Después, en la segunda guitarra, está Alfonsina, que es la guitarrista de la banda de Fraxu. Luego la rusa en sintes, que es la Piba Berreta, que también es productora del disco, y nada, admiración absoluta por ella. Hace mucho tiempo tenía ganas de que participe más en mi proyecto y empezar a involucrarla de esa forma. Dillom también como productor, y Momo Zamana en el bajo.
Bueno, todo ese proceso de empezar a tocar los temas en una sala, grabar las mejores versiones de cada uno y ver que se nos ocurre, toquemoslá, veamos que sale y pin a grabar. Así cada uno de los temas, para después, con toda esa nueva materia prima poder sentarnos en la compu y decir con La Rusa, con Fraxu y Dillom “bueno ahora si, acomodemos todo esto en la compu, con el proyecto, a ver de todas estas nuevas ideas como reparamos la canción”. Y después de eso si, regrabar todo con las mismas personas. Así que fue un proceso larguísimo, hermoso, de dos años. Experimentar, rearmar los temas, acomodarlos y volver a grabar.
Y ahí también hubo una pieza clave que fue Sam, un chico que conocimos que es de Carolina del Norte que solo habla en inglés, tiene un estudio genial y nos cayó muy bien. Fuimos a su estudio por primera vez solo para probar sintetizadores, a ver si grabábamos los sintetizadores en su casa. Caímos al estudio, nos mostró su música, charlamos con él y dijimos “noooo, este pibe” *se agarra la cabeza en gesto de incredulidad* yo me fui de ahí y digo “vamos a grabar todo acá”.
Y así fue. Grabamos la batería en su casa, que era un cuartito *así* de chiquito, las voces, los bajos, la guitarra, todo lo grabamos en su casa. Así que esa fue otra pieza fundamental para lo que fue el proceso del disco. Se fue armando comunitariamente con la voz de un poquito de cada uno. Literal completamente lo opuesto de donde yo venía, ¿viste? Y hablando más en general, lo que terminó sucediendo para mí y para el disco en sí, es esto de que se generó una homogeneidad en la obra. Yo venía también desde completamente lo opuesto, de que era un personaje, otra persona, otro personaje.
Y la otra pregunta que me hiciste de qué K4 puedo encontrar, yo creo que es lo más transparente que puedo llegar a mostrar de mí. Donde es lo que a mí me gustaría hacer, que lo compartí con toda esta gente y soy yo en lo más puro, o por lo menos lo más sin filtro, sin personajes. En oposición directa con lo que venía haciendo.
– Más persona, vos.
Exactamente. Claro, ahí vamos.
– La verdad que es un proceso precioso. Da gusto trabajar así.
Sí, hermoso.
– Y en el proceso de ese disco también estuviste acá en Rosario
Sí, con la Piba Berreta -que también estaba formando parte de la banda-.
– ¿No ayudó un poco compartir esto con ella también? La dinámica de la banda, la vida de gira y todo eso.
Recontra. Recontra a mí me ayudó. Primero y principal, a aprender a tocar la guitarra como la toco ahora, porque yo no tocaba la guitarra antes de empezar en su banda. Primero, yo me acuerdo porque encontré una foto, tenía un pedal solo. Y con ese pedal y el ampli que tenía un montón de chorus, iba haciendo efectos, después fui metiendo más cosas y aprendiendo un montón. Hasta el punto de empezar en mi show, tocar la guitarra, cantar, tomar retroalimentación.
– ¿Cómo te encontrás vos mostrando otros aspectos vocales tuyos? Porque sabemos que vos tenés potencia, tenés una personalidad en tu voz, en la forma en la que decís las cosas. ¿Cómo fue el desafío ese de explorar tu capacidad, tu potencia, en otro lado?
Recontra. Así como dije lo de transparente, creo que también es como la permeabilidad de poder jugar con lo mejor de cada canción sin aferrarme a una forma de cantar. ¿Viste?
Y también ayudó mucho y crecí mucho en mi forma de cantar porque ahora tengo un coach vocal que es Enrique Colombano. Yo antes cantaba como me salía, pero a partir de empezar a laburar con él, empecé a aprender un montón de cosas hasta de forma inconsciente, del solo hecho de practicar. Como si fuera un músculo, literal, un ejercicio, empezás a cantar mejor. La voz te empieza a brillar más, empezás a sacar más cosas por ahí.
Y justo todo ese proceso fue acompañando a la grabación del disco. Yo me puse una meta muy grande que era dejar de fumar. Me pasó que fumaba mucho tabaco y que también eso empezó por el disco anterior. Yo lo digo en un tema, que por un personaje que yo tenía que hacer, empecé a fumar . Esto es real.
Y se me pegó el fumar.
– Ahí fue en K-2, más o menos.
Claro, exactamente.
Yo no fumaba, empecé a fumar por personajes. Pero viste, estar en la compu y bueno, ahí empecé a fumar más, más, más, más. De tabaco armado me fumaba un paquete cada cuatro días. Ya con las clases de canto y todo, notaba como cada vez estaba peor y cada vez me costaba más. Era como, “che, se acerca la grabación de las voces del disco, en algún momento va a pasar, voy a cortar ahora.”
Me había pasado al vaporizador, como para decir “bueno, del pucho me he pasado al vaporizador y del vaporizador dejó de fumar”. Estaba con el vaporizador y en un momento me empezaron a salir llagas en la boca, yo nunca tuve llagas en la boca. Me empecé a sentir mal. Dije “che, si sigo fumando esto me voy a morir“. Lo que pasa en realidad, es que no me voy a morir si sigo fumando esto, pero me voy a auto manipular para creer que si sigo fumando esto me voy a morir y con la ayuda de esa mentira dejar de fumar para siempre.
-Bueno, la hipocondría sirvió para algo entonces.
Si, aprovecho que tengo que grabar las voces y me autoconvenzo de que si sigo fumando esto me voy a morir. Chau, dejé de fumar. No fumo hace como 7 meses más o menos, y pienso en no fumar más. También igual era algo que pensaba que yo fumaba porque quería pero también pensaba, “bueno, cuando quiera dejar de fumar voy a dejar de fumar”. Y fue así, realmente. Yo fumaba porque me gustaba y tenía ganas. Ahora realmente lo pienso y digo “ni en pedo”. Y eso acompañó con las clases de canto el darme cuenta de la mejoría, pero increíble.
El profe me dice, “che, yo no puedo creer lo que estás avanzando” y yo tampoco, no puedo creer que me sale esto así. Como muy rápido el cuerpo reacciona de otra forma. Cuando fumas se te cierra la garganta y te pasan un montón de cosas, no podía grabar el disco así. Aparte la cantidad de aire que podés retener es otra, te quemas agudos, no llegás a ciertas notas. Este disco tiene bastantes desafíos, ahora van a escuchar el primer y el segundo tema del disco que de alguna forma son los más difíciles porque tienen las notas más altas. Tienen una nota re arriba que para mí cuando empecé las clases era imposible llegar, literal, y ahora me siento capaz de poder hacerlo en vivo, que me parece un montón.
– Lo que vos hacés normalmente se transmite mejor en vivo ¿Cómo viene este disco con respecto a eso? Al ser más de estudio, con una banda y todo ¿Cómo se va a transmitir en vivo eso?
Idealmente va a ser lo mismo, seguir colectivamente como armamos el disco y llevarlo al vivo, donde den las condiciones económicas para poder hacerlo, obviamente, pero siempre con la premisa de si podemos ir todos, vamos todos. O sea, somos seis en la banda.
– Ahora son más gente, es más costoso llevar todo esto.
Exactamente. Y todavía no empezamos a ensayar, igual arrancamos a ensayar en estos días. Pero estoy 100% convencido y también con la manija de querer ensayar ya, porque sé que va a estar increíble y va a ser de significar en el disco también, porque nada, armar un show en vivo es como armar un disco nuevo. Va a ser una relación para mí, no se si superadora, pero sí completamente a la altura, una cosa a la otra.
– Claro, ¿está pensado como una puesta en escena, algo más teatral?
No. Mantenemos la línea de siempre, de ir y tocar y de transmitir. Sí, al contrario, yo creo que lo que hice todo este tiempo, que fueron más máscaras, trajes, vestuario, “cobertura” para el show en sí.
La diferencia de esto, si bien es más transparente la música, más transparente el proceso y todo, así también quiero que sea el show en vivo: nosotros, la música y que se vaya toda la mierda, ¿viste?
– Bueno, después, para ir ya cerrando ¿en cuanto a las presentaciones? ¿Planeamos gira Nacional? ¿Ir presentando los lugares? ¿Qué ideas tenés?
Bueno, la idea es la siguiente. Primero, el 13 de noviembre en Niceto con Blanco Teta. Después vamos a [confidencial], el [en serio es confidencial] vamos a estar por [no podemos adelantar nada] y [no, esto tampoco]. La idea es, obviamente, a partir de ahí que vaya creciendo porque la gracia es tocarlo. Y si todo sale bien, el año que viene [y esto muchísimo menos].
– Ay, perfecto, hermoso.
Sí, estaría buenísimo.
– Para cerrar alguna expectativa, algo que nos quieras compartir tuyo o que quieras resaltar de todo este proceso. La verdad que, por lo que contaste, fue algo hermoso grabar este disco. Es el protagonista es el proceso ¿No?
Sí, ¿no? Literal. Sí, y se nota cuando lo escuchas. Bueno, uy, qué divertido. Lo vamos a escuchar ahora. En este disco manda la música. 100% sentimiento, 100% música. Eso.
Al final de la escucha, entre agradecimientos y mucha emoción K4 nos deleitó con una una versión de guitarra y voz de 3090, que dio un cierre perfecto a una experiencia tan íntima. Por ahora del disco solo les puedo adelantar un par de cositas, de las cuales resalto que su sonido limpio refleja excelentemente la premisa de la “transparencia” de la que nos habló K4 en la entrevista. Musicalmente es super amplio, y te lleva por un viaje de ensueño, con situaciones cotidianas y diarias que sonoramente sentí cercanas al punk clásico y al art punk; de a poco cae en la desesperación y la psicodelia -acercándonos a aspectos más comunes en K4 como el uso del terror y la velocidad- acompañado por sintes y moduladores que revientan los bmp en un pop oscuro, para luego encontrar el confort en la entrega al amor. El amor te salva y te mata igualmente y en estas letras perfectamente contextualizadas para lograr una experiencia visual y que invita a imaginar escenarios e identificarse en los mismos.
K4 nos demuestra en este disco que en todos sus trabajos siempre estuvo él, Tomás, quién se abre desde lo más profundo y nos demuestra una vez más con este trabajo colectivo que es uno de los artistas más innovadores y sinceros con su arte que encontramos en la escena actual.
Para la reseña completa, esperamos hasta que salga y nos encontramos nuevamente acá, en los Suplementos de Gente Insoportable.
Texto Por Matías Fernández \ Fotos archivo de Gerónimo Rodríguez
