Presentes en todo tiempo y todo lugar.
Nace una planta de esperanza entre las grietas: Bubis Vayins, banda genuinamente rosarina y bastión del under, nace en la movida cultural hace ocho años ¿Su hito fundacional? Aquel recital junto a la poeta Dalia DesAmor.
Se conocieron en 2017, habitando espacios locales y autogestivos y absorbiendo toda la riqueza de la “multidisciplina” y su comunidad: recitales con ferias gráficas, lecturas de poesía e intervenciones artísticas, ciclos de cine, etc. Maru Freire recuerda las ferias que organizaba la poeta y cantante Laura Remis (Densha GoGó) en su casa. “Por mucho tiempo habitamos esos espacios de poesía, artes plásticas, lo que sea para entender lo que está pasando acá”, agrega Nico.
No dejarse bombardear por el algoritmo, sí por el contrario, dejarse llevar por el curso natural de la agenda under es la consigna política y es así cómo solemos encontrarlos frecuentemente en los recitales locales. Dentro de sus consumos musicales nombran a bandas del under rosarino (Las Aventuras, Gladyson Panther, Perro Fantasma, etc.). La banda lo tuvo claro desde un principio: “para hacer algo es necesario estar presentes en el contexto en que habitamos”. Más que un destino irremediable, habitar Rosario es una decisión tomada a conciencia. Sus mayores influencias musicales y estéticas están ahí; aunque manifiestan también que les gustaría “conocer un poco más las bandas under de otras provincias”.
Nico Landaburu: “Hay una ensalada hermosa de freaks que se permiten hacer la música que se les canta y están bastante alejados de las etiquetas (…) Nos encanta eso de las bandas de acá, hacen cosas muy locas y muy buenas”.
Maru Freire habla del amor por la comunidad y querer visibilizar otras historias que por fuera de los límites de la ciudad no se dan a conocer. La canción La flecha envenenada (2023) le da voz y potencia a este mensaje: “una planta en el cemento/ todavía estoy despierto/ una planta en el cemento/ todavía estoy con vida/ hay canciones, nacimientos/ pero eso no es noticia/ pero eso no es noticia”.
Si tuviésemos que definir a la banda en pocas palabras, yo elegiría dos: ecléctica e intransigente. Su sonido no acepta encasillamientos, está en movimiento y abraza la creatividad experimental dentro de una gama de géneros- el post punk, el synth noise, el alt rock y el indie pop, etc-.
Si bien, obviamente a la hora de componer, se necesita la estructura de la matemáticas y en esto son claves los conocimientos académicos de Landaburu– quien estudió composición y describe al sonido como “armónico y orquestal”-, todo tiene su raíz en la vulnerabilidad cruda y la implacabilidad real de lo personal y lo cotidiano. La búsqueda es conectar a partir del sentimiento y usar la instrumentalidad a su disposición: encontrar “lo que nos hace pelota” y conectar desde ese lugar.
Maru Freire: “Lo nuestro es muy sentimental (…) somos muy emo, no en referencia a la tribu urbana de los 90-00, sino al tipo de canción”.

Aniversario doble en Majo Club: a un año de Fantasías de violencia y a ocho años de su debut.
El sábado 19 de julio, a ocho años de su primera presentación y a un año del lanzamiento de Fantasías de violencia, su segundo álbum de estudio, Bubis Vayins hizo su ritual de celebración: intransigencia, conexión y sentimiento colectivo que desborda el corazón.
La cita fue en Majo con entrada gratuita. Algunos minutos pasaron de las veintitrés treinta y toda la atención, antes dispersa, se concentra en el escenario y la banda empieza a tocar. Maru bromea y con una sonrisa nostálgica dibujada en su rostro dice que es un tema que tocan “hace como veinte años”.
Luego se escuchan las guitarras distorsionadas, Nico comienza a cantar: “Solos en la calle/ Ya la gente no mira ni con odio” y nos vemos sumergidos de lleno en Fantasías de violencia. La magia envolvente de Xuxa en el sinte, la fuerza tajante de Nico y Maru en las guitarras y la precisión rítmica de Pabli en bajo y Calo en batería, le dan potencia a la letras cargadas de poesía nihilista que reflotan como flechas envenenadas directo al corazón. El desenfreno y la espontaneidad de Nico, que se tira al piso con su guitarra o se enrosca en un bucle con el micrófono en alto, y la presencia firme e introspectiva de Maru, comandan la dinámica performática del grupo desde perfiles opuestos complementarios. Del otro lado, gente bailando o pogueando, mientras un globo acaricia y salta las cabezas que agitan al compás del ruido.
El grupo comienza a tocar las dos primeras canciones siguiendo el orden del disco y hasta el último acorde de “Como si no tuvieses párpados” nos sugiere un transcurrir lineal. Nos comimos la curva. Fieles a su intransigencia, se desvían de la norma y hacen sonar canciones de los discos anteriores: Siempre veo algo en la oscuridad (2018) y Las Presencias (2020).
Además de los temas coreados con ímpetu- como “La flecha envenenada”: “Mi cuerpo es mi templo/ Lo destruyo si quiero”, “Me re cuesta abrir el corazón”: “Fui muy duro con los temas nuevos/ De tus bandas favoritas” y “Youtube”: “Hay planetas donde no llega la luz”, anteriores a Fantasías de violencia-, dieron a luz otros dos temas que serán parte del disco en el que están trabajando actualmente. La cantante adelanta que será un material acústico. Para quien conoce la banda y ha seguido sus presentaciones, no le sonará muy descabellado y recordará aquel formato acústico en el marco del festival de Niños del ‘00 en noviembre del año pasado.
Para coronar el aniversario full crítico, tocaron el quieto e inmersivo “La niña soledad”, tema de su primer álbum Siempre veo algo en la oscuridad, el cual retoma un poema escrito por Dalia DesAmor. Maru, recita la letra con una concentración impecable y conciencia áspera que lo hace trascender y, al terminar, recuerda que esa misma canción fue la primera que tocaron hace ocho años atrás.
Varios motivos movilizaron y confluyeron en aquella velada: los ocho años de la banda, el primer aniversario de Fantasías de violencia y el día del amigo. Así, con la emoción desbordando los poros y abrazados por el espíritu de hermandad, Bubis Vayins vivió su doble aniversario haciendo honor a una fecha- juzgada más o menos comercial por algunos y otros, pero al fin y al cabo- de celebración colectiva que quiere hacerle frente a un mundo de distopías egocéntricas.
“Lo viejo funciona, Juan”: su próximo disco y su approach analógico.
Como venían anunciando, Bubis Vayins trabaja en estos momentos en un disco de seis temas que reversionará el repertorio de la banda en formato acústico:
“La idea es romper el molde con el que veníamos y darle identidad propia (…) Dentro de esta lógica de la IA, donde ya nada nos sorprende, la idea de este nuevo disco es permitirnos jugar con lo analógico para descansar la mente y el oído”, explica Nico.
El nuevo material saldrá en agosto y tendría una vibra más ambient- seguramente estará ideal escucharlo por la mañana o antes de irse a dormir-.
Texto Por Mariana Pilar Sosa \ Fotos archivo de Kiki Valentini
